Te alcanzaré
como el poeta alcanza la muerte cuando jala el gatillo.
Métete en mis poros,
róbame las ropas,
el vapor de mis respiraciones.
Vuela por mi sangre,
no temas,
no es un día cualquiera.
(Turbulencias aquí,
allá,
en todas partes.)
Despójame de sentimientos,
desconecta el cerebro
y olvida la cordura.
Hazme el amor desde adentro.